Desde Global Stone Esquiu, analizamos con preocupación el avance de un nuevo modelo de operación por parte de algunos proveedores del sector, quienes han comenzado a ofrecer al consumidor final lo que denominan “botón de pago”: un mecanismo que permite pagar una obra con tarjeta en cuotas, pero cuya estructura desplaza al marmolero del centro de la operación comercial.
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📌 ¿Cómo funciona?
El cliente solicita un trabajo (por ejemplo, una cocina por $6.000.000).
El proveedor genera un link de pago por el total de la obra.
El cliente abona con tarjeta en 3, 6 o 12 cuotas, directamente al proveedor.
El proveedor entrega solo el material (ej. placas por $2.000.000) y factura al consumidor final.
La diferencia ($4.000.000) queda como saldo a favor del marmolero en la cuenta interna del proveedor, no como dinero líquido.
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❗ ¿Dónde está el problema?
1. Pérdida de liquidez
La marmolería no recibe el efectivo de su trabajo. Sin ese flujo, no puede pagar sueldos, fletes, insumos ni impuestos. El “saldo a favor” en material no paga sueldos los viernes.
2. Desperdicio no contemplado
En la práctica, muchas mesadas usan solo una parte de una placa completa. El proveedor factura toda la placa al cliente, pero el marmolero asume el costo del desperdicio, su logística y almacenamiento, sin compensación alguna.
3. El cliente ya no es del marmolero
Al facturar el proveedor, el vínculo legal y comercial queda en sus manos. En caso de reclamos o futuras obras, la marmolería queda invisible ante el consumidor.
4. Transformación del marmolero en prestador secundario
Mientras el proveedor comunica, cobra y factura, el marmolero mide, corta, instala y asume todos los riesgos técnicos. Sin reconocimiento formal, sin control fiscal y sin liquidez real, el marmolero se convierte en mano de obra tercerizada de un modelo ajeno.
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📊 Ejemplo real:
Obra total: $6.000.000
Material (placa): $2.000.000
Pago del cliente: al proveedor vía botón de pago
Saldo que debería recibir el marmolero: $4.000.000
Resultado: ese saldo queda retenido como crédito, no como efectivo.
Mientras tanto, el marmolero debe cubrir:
Sueldos: $1.500.000
Insumos: $800.000
Cargas sociales y gastos: $300.000
Total urgente semanal: $2.600.000
Y no puede hacerlo, porque no tiene acceso al dinero de su propia venta.
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🎯 Recomendaciones sectoriales
1. Este modelo solo sirve si financia el 100% del proyecto completo, incluyendo elaboración, instalación y servicio, no solo la placa.
2. El marmolero debe controlar el cobro, emitir su factura y mantener el vínculo con el cliente. Si eso se pierde, se pierde el negocio.
3. Importar directamente materiales es hoy una herramienta real para competir sin depender de condiciones impuestas. La importación colectiva entre colegas es una vía concreta para reducir costos y ganar autonomía.
4. Educar al cliente es clave: no está comprando una placa, está contratando un trabajo técnico, personalizado, con diseño, asesoramiento y responsabilidad. El valor está en la solución completa.
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🧱 Reflexión final
> ¿Por qué un proveedor necesita vender directo al cliente si no hace el trabajo completo? ¿Por qué cobrará $6 millones cuando solo entrega una placa?
En un mercado que cambia, el marmolero no puede resignar su rentabilidad ni su rol estratégico. Lo que hoy se presenta como “una ayuda para financiar”, en realidad es una herramienta para capturar el cliente, quedarse con la venta y desplazar al oficio.
Desde Global Stone Esquiu seguimos promoviendo la autonomía, la colaboración entre marmolerías y la defensa del valor agregado profesional. Si el botón de pago no respeta eso, no es herramienta: es amenaza.
