En Global Stone Esquiu, creemos firmemente que el éxito de una marmolerí no depende solo de los dueños, sino también de sus equipos de trabajo, esos operarios y empleados que hacen que el negocio funcione día a día.
Cada uno, ya sea cortador, colocador, o ayudante, tiene una función esencial que contribuye al engranaje que es la marmolería. Sin el apoyo mutuo, las cosas no funcionan.
Es común que, dentro de cualquier equipo, haya algunos operarios que se sienten con más antigüedad o experiencia, y tienden a asumir el rol de jefes informales. Esto puede generar conflictos si no se establece una jerarquía clara basada en las responsabilidades y el rendimiento. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el respeto por el trabajo en equipo y la necesidad de una responsabilidad compartida es esencial para mejorar la productividad y el ambiente laboral.
¿Cómo mejorar esta situación?
1. Reconocer la importancia de cada miembro del equipo:
Cada operario tiene un papel crucial en el proceso de la marmolería, y este debe ser respetado por todos. Los empleados deben entender que su esfuerzo se refleja directamente en el rendimiento de la empresa, ya que una marmoladería que no tiene buenos operarios, no puede brindar un servicio de calidad.
2. Clarificación de roles y responsabilidades:
Establecer una jerarquía clara es fundamental. Aquellos con más antigüedad pueden asumir roles de mayor responsabilidad, pero siempre enmarcados en un contexto de colaboración. Si un operario ya lleva años en el negocio, eso no lo convierte en un líder informal, sino en alguien que, con responsabilidad y rendición de cuentas, puede asumir funciones claves.
3. Trabajo en equipo como un engranaje que beneficia a todos:
Un negocio no puede prosperar si todos no ponen de su parte. La marmolería necesita que todos trabajen en conjunto, y los operarios deben entender que, al trabajar bien y alinear sus esfuerzos con los objetivos de la empresa, todos ganan: mejores sueldos, estabilidad laboral y un ambiente más armónico.
4. Valoración del esfuerzo tanto del empleado como del dueño:
El dueño de la marmolería no debe considerarse como el único responsable de lo que sucede en la empresa. A su vez, debe valorar el esfuerzo de sus operarios. Una buena actitud de parte del dueño influye directamente en la motivación del equipo. Si los empleados se sienten respetados y escuchados, es más probable que se comprometan a mejorar.
5. Abordar actitudes perjudiciales de manera profesional:
Lamentablemente, en muchas ocasiones pueden aparecer operarios cuyo comportamiento no contribuye al equipo, ya sea por falta de compromiso o por conflictos internos. Si bien este tipo de actitudes son parte de la realidad, deben ser gestionadas de manera profesional. Un entorno tóxico no es beneficioso para nadie: ni para los operarios ni para los dueños. En estos casos, es esencial abrir canales de comunicación para solucionar los problemas antes de que afecten a toda la empresa.
En conclusión:
El buen funcionamiento de una marmolería depende de un ambiente laboral equilibrado, donde tanto empleados como empleadores trabajen como un verdadero equipo. Establecer roles claros, fomentar la colaboración y reconocer los esfuerzos de todos son clave para avanzar.
Si bien cada pieza dentro del engranaje tiene un valor importante, es fundamental recordar que el respeto mutuo y la responsabilidad compartida aseguran el éxito colectivo.
En Global Stone Esquiu, nos enfocamos en cómo mejorar estos aspectos para fortalecer el desempeño de todos en el negocio. El trabajo en equipo es la clave para lograr no solo mejores productos, sino también un mejor ambiente para todos los involucrados.