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“La Cadena de Valor del Mármol Bajo Amenaza: Cómo Reconstruir un Ecosistema Productivo desde la Experiencia Marmolera”

La cadena de valor del mármol fue históricamente sólida, con eslabones definidos y funciones claras: extracción, transformación, distribución e instalación. Hoy, esa cadena se encuentra fragmentada por prácticas que alteran su equilibrio natural.

16 jul. 2025 · 183 vistas
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🧱 INFORME COMPLETO:

1. ¿Qué es la Cadena de Valor en el Mármol?

En su forma tradicional, la cadena de valor del mármol está compuesta por cuatro eslabones básicos:

1. Cantera : punto de origen de la materia prima, sea nacional.

 

2. Aserradero o Corte Industrial: transformación primaria de los bloques en placas.

 

3. Distribuidor, Depósito, importador: comercialización y almacenamiento de placas en bruto.

 

4. Marmolería: corte a medida, pulido, diseño, colocación y posventa técnica al cliente final.

 

Cada eslabón requiere inversiones, especialización y responsabilidades distintas. Nadie debería reemplazar al otro, porque cada uno agrega valor de forma única y complementaria.

 

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2. ¿Qué ocurrió en los últimos años?

Con la explosión de las redes sociales y el acceso masivo al consumo digital, muchos distribuidores tradicionales rompieron la lógica de esa cadena. Dejaron de limitarse a su función logística y comenzaron a invadir dos eslabones que no les corresponden:

El marketing directo al cliente final (rol típico de la marmolería)

El financiamiento con botón de pago, vendiendo como si fueran un ecommerce, sin procesamiento técnico real

 

Este desplazamiento de funciones generó una situación anómala:

El proveedor factura y cobra directamente.

El marmolero produce, instala y se hace responsable.

Pero no controla el cliente, ni el precio, ni la rentabilidad.

 

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3. ¿Quién pierde con esta distorsión?

✅ El proveedor gana con escala y liquidez inmediata.

✅ El arquitecto influencer gana visibilidad, pero no asume riesgos.

❌ El marmolero absorbe el riesgo, trabaja con márgenes bajos y pierde el vínculo con su cliente.

Y lo más grave: el cliente final pierde calidad. Porque compra sin conocer el proceso, sin asesoramiento técnico real, sin entender que una mesada no se “elige por catálogo” sino que se construye milímetro a milímetro con precisión, criterio y experiencia.

 

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4. El Oficio del Marmolero: Lo que No se Ve en Redes

Una marmolería no es solo “un lugar donde cortan piedra”.

Es un taller con personal calificado.

Es una pyme familiar que paga sueldos, ART, vacaciones, cargas sociales.

Es inversión permanente en maquinaria, repuestos, software, y logística de precisión.

Es una cultura de oficio que pasa de padres a hijos, en silencio, lejos de la viralidad.

 

En la Argentina, no hay muchas  escuelas técnicas de marmolería. El conocimiento se hereda o se aprende a pulmón. La mano de obra calificada es escasa. Y por eso, cada marmolería que sobrevive hoy es una reserva activa del saber hacer.

 

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5. Proveedores ≠ Marmoleros: No Confundamos Roles

Hay proveedores que importan piedra y ofrecen buenos materiales. Hay arquitectos que saben muchísimo. Pero eso no los convierte en marmoleros.

No conocen las tolerancias mínimas.

No entienden los desafíos de una obra sin escuadra o sin acceso.

No resuelven el problema cuando algo no entra por la escalera.

 

Entonces: si no procesás, no medís, no instalás, no sos marmolero. Podrás tener 100.000 seguidores, pero eso no reemplaza el saber técnico de quienes hacen posible que un proyecto se vuelva realidad con precisión y responsabilidad.

 

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6. Reconstruir el Ecosistema: El Camino Posible

Desde Global Stone Esquiu proponemos una visión de reconstrucción basada en tres pilares:

✅ Colaboración entre marmolerías:

Para importar juntos, mejorar costos y resistir la concentración del mercado.

✅ Alianzas con arquitectos técnicos, no con influencers:

Queremos aliados que respeten el oficio, no que lo usen como escenografía.

✅ Revalorización del rol productivo:

No somos “punto de retiro”. Somos parte esencial del diseño, del proceso y del resultado final.

 

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7. Un Llamado a la Responsabilidad Sectorial

La cadena de valor no es una metáfora. Es una estructura viva que si se deforma, colapsa.

Y cuando colapsa, no solo quiebra una marmolería:

Se pierden empleos calificados.

Se debilita el oficio.

Se degrada el estándar técnico del país.

 

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🔚 Conclusión Final

Hoy más que nunca, el sector necesita repensar su modelo.

El botón de pago, el showroom en Instagram o el render con likes no reemplazan la experiencia de un taller real.

> “El mármol no es solo una piedra. Es una cadena de valor donde cada eslabón importa. Y si el marmolero cae, todo el ecosistema tambalea.”

 

 

 

 

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