Una marmolería eficiente no solo se basa en un buen trabajo de corte y terminación; también necesita una correcta preparación en mantenimiento. Uno de los aspectos más importantes en el taller es el cuarto de herramientas o mini-taller.
Las máquinas de una marmolería trabajan largas horas, muchas veces cortando con agua, lo que genera desgaste constante. Por eso, es fundamental tener siempre a mano repuestos clave, como motores, amoladoras, flexibles y piezas eléctricas (disyuntores, cables, etc.), además de herramientas manuales y eléctricas para reparar o ajustar las máquinas.
Dentro de los elementos indispensables se encuentran:
Herramientas manuales y eléctricas: pinzas, llaves, destornilladores, testers de tensión y más.
Repuestos mecánicos: motores, rodamientos, engranajes y ejes de repuesto.
Componentes eléctricos: disyuntores, cables, conectores y termostatos.
Mantenimiento de máquinas: lubricantes, grasas y herramientas de engrase.
Seguridad: guantes, gafas, mascarillas y otros equipos de protección.
Contar con todos estos recursos permite reducir tiempos de inactividad, mejorar la seguridad y extender la vida útil de las máquinas. Un mini-taller bien equipado es una inversión en la productividad y la calidad de la marmolería.
Este es un tema crucial para el correcto funcionamiento de cualquier marmolería. En lugar de perder tiempo esperando repuestos externos, tener un espacio con las herramientas necesarias ahorra dinero y asegura un flujo de trabajo continuo.