Durante los últimos años, los principales proveedores de mármol, granito, cuarzo y piedras sinterizadas en Argentina controlaron gran parte del mercado, obteniendo márgenes muy superiores a los del resto de la cadena de valor. Los marmoleros, como pequeños y medianos actores de la industria, quedamos atrapados en una relación desigual donde:
1. Precios desmedidos: En momentos de inestabilidad económica, los precios de insumos como el cuarzo y la piedra sinterizada alcanzaron cifras de hasta 700 USD por metro cuadrado, dificultando enormemente nuestra capacidad de competir. Ahora, con un mercado más accesible, esos precios han caído hasta los 150 USD, mostrando el nivel de especulación que existía.
2. Restricciones y prácticas desleales:
En el auge del control de mercado, los proveedores condicionaban las ventas, beneficiando a unos pocos marmoleros que cumplían sus reglas.
Había preferencias según la frecuencia y el volumen de compra, generando inequidad entre colegas.
También realizaban ventas directas a arquitectos y desarrollistas, dejando a las marmolerías fuera del circuito de trabajo tradicional, afectando directamente la cadena de valor.
3. Dependencia del dólar y la falta de transparencia: Los proveedores ajustaban los precios según sus necesidades sin compartir información clara sobre costos. Al no permitir la importación directa, desconocíamos el precio real de los materiales en el exterior, lo que favorecía el monopolio.
El despertar de los marmoleros
La reciente apertura a las importaciones y la estabilidad relativa del dólar han marcado un antes y un después. Gracias a la iniciativa de agrupaciones como Global Stone Esqui y otras empresas importadoras, hoy los marmoleros podemos acceder directamente a materiale e insumos a precios mucho más competitivos. Esta transparencia ha permitido:
Reducción significativa de costos: Importar materiales directamente demostró que estábamos pagando entre un 200% y un 400% más de lo que costaban realmente en origen.
Mayor negociación: Los proveedores locales se han visto forzados a bajar precios y ofrecer condiciones más flexibles.
Reforzar nuestra posición: Como actores clave de la cadena de valor, hemos recuperado parte de nuestra independencia, fortaleciendo nuestro lugar en el mercado.
Reflexión: Un mercado que debe ser justo
Es fundamental recordar que las marmolerías somos la base de esta industria: somos quienes procesamos, medimos y colocamos los materiales, enfrentándonos a los clientes finales y a sus demandas. Este proceso implica altos costos en insumos (discos y brocas diamantadas, pegamentos, herramientas especializadas, etc.), que se dolarizan y no son fácilmente transferibles a nuestros precios finales.
Por eso, es crucial que:
1. Los proveedores mantengan prácticas justas y transparentes.
2. Nosotros, los marmoleros, sigamos organizándonos para fortalecer nuestro rol en la cadena de valor, aprovechando nuevas opciones de importación.
3. Trabajemos en conjunto para crear un mercado donde las grandes empresas y las pymes puedan convivir de manera equitativa y sin abusos.
Hoy estamos más empoderados que nunca, pero el cambio debe consolidarse a través de la unión y la cooperación entre colegas. Solo así garantizaremos el desarrollo sustentable de nuestra industria.
Final
Este cambio de paradigma nos recuerda que somos un sector fundamental para la construcción, y que, organizados, podemos liderar una nueva era de crecimiento y equidad para las marmolerías en Argentina.