📑 INFORME PRINCIPAL
1. La crisis de oferta: ¿qué se acumuló, y por qué?
Proveedores locales compraron contenedores en 2023 cuando el tipo de cambio estaba entre $360–420. Hoy, con el dólar subiendo hasta $800, muchas piezas importadas quedaron encajonadas. Además, los procesadores hicieron los cortes mucho más rápido—lo que antes llevaba semanas, hoy se hace en un día—pero eso no significa ventas. El resultado: galpones llenos de cuarzos y sinterizados que ya no se venden.
2. Descuentos explosivos sin rotación real
Materiales que se vendían a precio pleno hoy se ofrecen con rebajas de entre el 30 % y 50 %. Las llamadas "líneas de segunda" o "promoción permanente" son signos visibles de stock obsoleto que ya no tiene mercado real, aunque se siga presentando como novedad.
3. Riesgo emergente: la moda ya se movió
Mientras en Argentina se siguen ofreciendo los cuarzos clásicos como si fueran tendencia, en mercados como Europa ese estilo ya está en retirada—reemplazado por superficies sinterizadas avanzadas, placas de gran formato, texturas mate ultra realistas y diseños generados por IA que imitan cuadros, vetas y minerales auténticos. Esto aumenta el riesgo de que el stock local pierda valor no solo monetario sino estético.
4. Costo de construcción y nuevas expectativas
Según datos de La Nación y Apymeco, el costo por metro cuadrado en Argentina hoy se ubica entre USD 1.400 y USD 1.500 para una construcción estándar, y puede superar los USD 2.000 en construcciones premium .
Este nivel de gastos en obra incide directamente en los márgenes disponibles para materiales como cuarzo o piedra sinterizada.
Paralelamente, surgieron posibilidades de importar casi todo por menos de la mitad del valor local (cerámicas, aberturas, grifería, etc.), lo que empuja a la reducción de precios generales en el rubro construcción.
5. Lo que sigue: respiro o colapso
Si el mercado privado se reactiva con créditos hipotecarios y construcción al ritmo lento pero cierto, algunos proveedores podrían recuperar algo de caja. Pero hay que actuar rápido: cada mes de estoqueo representa una quema de capital.
Si no venden rápido, muchos dejarán de importar o directamente terminarán cerrando.
Por otra parte, la entrada de materiales nuevos y más baratos desde el exterior desacelera cualquier intento de reposicionar los diseños clásicos.
6. Invitación final (sin “soluciones mágicas”)
No inventamos caminos, pero ya caminamos el que otros temen cruzar. Sabemos lo que implica importar: elegir fábricas confiables, gestionar muestras, despachar con cuidado, coordinar transporte, aduana y logística. Y lo más duro: recibir y homologar.
Por eso, si sos marmolero y querés entender cómo hacer este traspaso de paradigma, estamos abiertos a compartir nuestra experiencia. No vendemos un atajo, contamos lo que aprendimos caminando el camino.
Estamos preparando el próximo pedido a China entre alianzas de marmolerías. Suma y hace crecer tu taller!
WhatsApp +54 9 3516009382
